miércoles, 22 de diciembre de 2010

El estrés 'desordena' nuestros recuerdos

Después de una experiencia traumática, el cerebro es capaz de recuperar viejos recuerdos y relacionarlos con dicha situación de estrés, incluso aunque ambos no tengan nada que ver. Varios experimentos realizados con ratas estresadas podrían ayudar a arrojar nuevas claves para atender a las personas que sufren el llamado síndrome de estrés postraumático.
Un equipo de investigadores de la Academia checa de Ciencias, junto con la Universidad de Nueva York (EEUU) acaba de publicar sus resultados en las páginas de la revista 'PLoS Biology'.
Según se desprende de sus experimentos con ratas de laboratorio, ante una situación estresante, el cerebro es capaz de reactivar ciertos recuerdos sin ninguna relación con la situación causante de su ansiedad y vincularlos entre sí. "El estrés traumático", explican, "es capaz de reactivar memorias previas al trauma y ligarlas a éste, facilitando una situación patológica".
En los laboratorios de Ciencias Neurales de la universidad neoyorquina, los animales de laboratorio fueron sometidos primero a una sencilla tarea de aprendizaje, que les obligaba a distinguir entre izquierda y derecha para poder tener acceso a su alimento. A continuación, les indujeron fuertes niveles de estrés obligándolas a nadar en un recipiente con agua (mientras que a la otra mitad de los animales les pusieron en un envase donde sólo cubría 1 centímetro).
Después de haber estado nadando durante 20 minutos, André Fenton y su equipo descubrieron con sorpresa que el grupo de animales más estresados eran precisamente los que mejor recordaban el camino hacia la comida. En experimentos adicionales descartaron que la tarea de aprendizaje fuese estresante en sí para los roedores, y reafirmaron cómo el estrés en el agua reafirmaba en los animales el recuerdo de su camino hacia el alimento.
Aunque con las cautelas propias de trasladar estos resultados a la mente humana, los investigadores subrayan que es más que probable que una situación traumática también sea capaz de reactivar en pacientes con estrés postraumático ciertos recuerdos sin ningún relación con dicha situación, alterando las asociaciones normales entre recuerdos de uno y otro signo. De manera que incluso memorias aparentemente inocuas, o situaciones del día a día, pueden ayudar a rememorar el trauma.
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2010/12/21/neurociencia/1292959791.html

Dos pacientes españoles se benefician del primer 'stent' reabsorbible

Por primera vez se han implantado en España, aunque a modo experimental, un dispositivo vascular biorreabsorbible para abrir las arterias de dos pacientes con enfermedades coronarias.
Se trata de un nuevo mecanismo que ayuda a desobstruir las arterias. Habitualmente, se realiza una angioplastia, una intervención que consiste en implantarles un 'stent', es decir, una especie de malla metálica que permite abrir las arterias ocluidas para que vuelva a circular correctamente la sangre hacia el corazón. Esos 'stent' son metálicos y quedan ya como implantes permanentes en el cuerpo para siempre.
La ventaja y la particularidad del dispositivo que se ha implantado en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid es que está hecho con materiales biorreabsorbibles. Así, además de cumplir con las funciones del 'stent', consigue que el propio cuerpo lo metabolice y absorba, de forma que desaparezca completamente del organismo del paciente en un plazo de entre dos meses y un año. Además, pasado este tiempo, las arterias volverán a dilatarse y encogerse según las necesidades, como si fuera un vaso sano.

Mejorar la seguridad del paciente

Aunque los 'stents' tradicionales han reducido significativamente la mortalidad y morbilidad de los pacientes que sufren infarto agudo de miocardio, los expertos aseguran que "es necesario seguir trabajando en este campo para mejorar la seguridad de los pacientes que llevan este tipo de prótesis", ya que, durante el primer año, entre el 1,5% y el 3% ciento de ellos sufren una trombosis tardía, y un 0,6% anual lo hace pasado este período. En esta línea se encuentran los nuevos dispositivos bioabsorbibles.
"El dispositivo biorreabsorbible tiene el potencial de revolucionar el tratamiento de los pacientes con patología de la arteria coronaria. De hecho, si esta opción terapéutica continúa funcionando como lo indican los prometedores datos hasta la fecha, se podrían beneficiar de ella prácticamente todos los casos de angioplastias que se realizan en España, que son más de 70.000 pacientes anuales", explica el presidente de la Sociedad Española (SEC) y jefe del servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos, Carlos Macaya, responsable de estas intervenciones.
"Es muy probable que en 2012 ya encontremos este tipo de 'stents' en los hospitales españoles de manera habitual", adelanta el presidente de la SEC.
En estas intervenciones, que forman parte del estudio de investigación 'Absorb Extend', con el que se analiza la metabolización del dispositivo coronario, también han participado la jefa de sección de la Unidad de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista del Instituto Cardiovascular del Hospital Clínico San Carlos, Rosa Ana Hernández Antolín, y la médico adjunta de Hemodinámica Nieves Gonzalo.

domingo, 19 de diciembre de 2010

El 'Pizzly', un nuevo híbrido de oso polar y oso grizzly


En las leyendas del pueblo Inuit se pueden encontrar multitud de historias sobre osos engendrados de una hembra de 'nanuk' (oso polar, en su idioma) y un macho 'aklak' (oso grizzly o pardo). Pero hasta hace poco los científicos no atribuían ninguna base real a los relatos. La definición de especie implica el aislamiento reproductivo. Es decir, dos animales de diferente especie no pueden tener descendencia y si consiguen tenerla no es fértil, como ocurre con la mula (mezcla de caballo y burro).
Ahora esta visión ha cambiado. El deshielo del Ártico durante el verano en los últimos años está poniendo en contacto a especies que antes pocas veces se veían obligadas a compartir la misma zona. Los oso polares cada vez pasan más tiempo en tierra debido a la falta de áreas heladas. Y los grizzlys u osos pardos pueden acceder a latitudes más altas gracias a la bonanza del clima.
En abril de 2006, un cazador abatía de un disparo a lo que él pensaba que era un oso polar en la isla de Banks, al norte del Círculo Polar Ártico canadiense. Sin embargo, su aspecto no era el que esperaban ni el cazador ni su guía Inuit.

Análisis de ADN

La piel alrededor de sus ojos era más oscura y sus garras eran mucho más grandes de lo normal. Pero la prueba definitiva la aportó un análisis de ADN que determinó que se trataba de la descendencia de un macho de grizzly y una hembra de oso polar.
Hace pocos meses otro híbrido era abatido al oeste del Ártico canadiense. Pero esta vez se trataba de un ejemplar de segunda generación. Los híbridos entre grizzly y oso polar pueden tener descendencia fértil.
Un estudio publicado hoy en la revista 'Nature' por especialistas en fauna del Ártico desvela que la hibridación no es un fenómeno exclusivo de los osos. La investigación ha estado dirigida por Brendan P. Kelly, del Laboratorio de Mamíferos Marinos de EEUU en la NOAA. "Hemos documentado al menos 34 posibles hibridaciones entre poblaciones, especies e incluso géneros distintos", relatan los autores en su artículo.
De las 22 especies involucradas en la investigación, 14 están en la lista de especies amenazadas o en peligro de extinción en su país de origen. Doce casos de hibridación fueron entre individuos de diferente especie y la mitad de ellos eran además de distinto género. Entre los animales hibridados también hay ballenas, marsopas o focas.

jueves, 16 de diciembre de 2010

La vez que se curó el sida

Es americano y hasta hace tres años y medio era seropositivo. Ahora no se puede decir lo mismo, porque lleva todo este tiempo sin rastro del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) en su organismo. Un periodo que hace que su caso, que estuvo en boca de toda la comunidad médica en 2008 cuando un equipo de la Universidad Charité Medical de Berlín anunció que había vencido al virus gracias a un trasplante de médula, vuelva a dar que hablar.
Los años transcurridos sin que haya aparecido de nuevo la infección parecen indicar que el paciente está curado del sida definitivamente y que no fue cosa de un día. Sin embargo, los científicos son escépticos. Un trabajo, publicado en 'Blood', analiza la situación.
La historia fue la siguiente. El hombre, que ya había desarrollado el sida, enfermó de leucemia y el tratamiento con radioterapia y quimioterapia no fue eficaz. La única solución pasaba por un trasplante de médula -o de células madre sanguíneas-. Entonces, el equipo del hospital alemán, dirigido por Gero Hütter, decidió seleccionar a un donante que, además de compatible, presentaba una mutación genética -la delta 32 CCR5, que porta el 1,5% de la población y confiere una protección natural frente al virus-.
Tras la operación -no exenta de riesgos, pues tiene una mortalidad mayor del 5%- el VIH había desaparecido del paciente. El hombre necesitó a los 13 meses otro trasplante, porque recayó de la leucemia, pero el sida tampoco hizo acto de presencia entonces.
Ahora que ha transcurrido un tiempo suficiente para analizar el caso, los médicos que le trataron publican en la revista que "puede afirmarse que en este individuo se ha curado el sida". Pero de ahí a que se convierta en una esperanza para los más de 33 millones de personas con VIH que hay en el mundo hay un trecho.

¿El tratamiento del futuro?

Para la mayoría de galenos "se trata de una interesante prueba de concepto y muestra que a una persona se le ha podido curar el sida, pero de ninguna manera puede este proceso convertirse en la terapia estándar para tratar el sida, aún cuando se encontraran donantes de las mismas características que han permitido el 'milagro' del hospital de Berlín. Sería demasiado peligroso". Así lo ha afirmado en declaraciones a 'The Washington Post' el doctor Michael Saag, experto en sida de la Universidad de Alabama (EEUU) y ex presidente de la Asociación Médica de VIH.
En la misma línea se expresó Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas (NIAID) para quien esta estrategia es "demasiado cara y demasiado peligrosa para considerarla una cura, pero puede darnos pistas para usar la terapia génica u otros métodos similares".
Para Jerome Zack, de la Universidad de California, "los resultados de este trabajo son muy importantes porque demuestran que, al menos, en una persona se ha podido curar la infección". No obstante, con los fármacos antirretrovirales actuales, que dejan al virus en niveles indetectables, parece poco probable que se vuelva a repetir, entre otras cosas, porque el mecanismo por el cual este paciente eliminó completamente el VIH no está claro y, en otros casos, igual no sucedería.
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2010/12/15/hepatitissida/1292437106.html

Mínimas incisiones para reconstruir la mama

La tendencia se impone. Cada vez más, la reconstrucción mamaria después de extirpar un cáncer de mama recurre a tejidos de la propia mujer como 'material de relleno' para devolverle al pecho su apariencia normal.
En esta ocasión, cirujanos del Hospital Universitario de Bellvitge (en L'Hospitalet de Llobregat, Barcelona) han empleado una nueva técnica (la endoscopia) para extraer el músculo dorsal ancho y colocarlo en la mama, y ambos pasos en una única intervención.
Lo novedoso de esta intervención –pionera en España y que sólo han realizado hasta ahora tres grupos en todo el mundo- es la extracción con mínimas incisiones y de forma inmediata de un músculo de la espalda de la paciente. Una reconstrucción con tejido propio que, por tanto, evita el uso de prótesis.
"Se obtiene de la parta baja de la espalda y se le coloca en un único tiempo quirúrgico, para rellenar la mama que ha quedado reformada por el tumor", ha explicado el cirujano Joaquim Muñoz en rueda de prensa.
La vía endoscópica es un tipo de abordaje prácticamente inédito hasta la fecha en la cirugía del cáncer de mama. Esta vía tiene las ventajas de causar "las mínimas incisiones" en el cuerpo de la paciente. De esta manera, las cicatrices apenas quedan visibles en la axila y en la parte posterior de la espalda.
Como ha explicado a ELMUNDO.es el doctor Josep María Vinyals, este músculo tiene una apariencia similar a la de un filete, lo que permite desplazarlo ayudándose con pinzas desde la espalda hacia la mama (sin necesidad de cortar las arterias y venas, que siguen conectadas) y "plegarlo sobre sí mismo para darle más volumen a la mama".

Menos cicatriz, menos complicaciones

El hecho de no tener que utilizar prótesis artificiales (de silicona u otros materiales) también evita complicaciones posteriores si fuera necesario realizar radioterapia u otros tratamientos complementarios del cáncer de mama.
Hasta la fecha, en Bellvitge se ha intervenido con este procedimiento a tres pacientes (una de ellas de tan sólo 27 años), de las que dos habían recibido quimioterapia previamente.
Cuestionados acerca del tamaño de la cicatriz de las pacientes, los facultativos han apuntado que "es pequeña en lugar de grande, lo que reduce el impacto estético en el cuerpo". El resultado es una mínima cicatriz (de 2,5 a 5 centímetros) en la parte baja de la espalda, difícilmente relacionable con el cáncer de mama.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

La anestesia también contamina

Tal vez tumbado en el quirófano, uno no está para pensar en el medio ambiente, pero a lo mejor sí le gustaría saber que los gases que emplean los anestesistas para dormirle también son contaminantes para el medio ambiente. Un estudio ha calculado que la contaminación anual generada por todos los quirófanos del mundo es equivalente a la que emiten un millón de coches.
A Mads Andersen, investigador de la NASA, se le ocurrió estudiar la cuestión durante el parto de su esposa. "El anestesista me dijo que el gas empleado era un tipo de compuesto halogenado, la misma familia que estaba acabando con la capa de ozono en la década de los ochenta", explica el autor del nuevo trabajo, publicado en 'British Journal of Anesthesia' en colaboración con Ole John Nielsen, profesor de Química Atmosférica de la Universidad de Copenhague (Dinamarca).
Los tres gases empleados en anestesia que analizaron en el laboratorio atmosférico de Andersen, cerca de Detroit (EEUU), fueron isoflurano, desflurano y sevoflurano (que se administran al paciente a través de un sistema que combina estos gases con otro gas 'conductor' como el oxígeno o el óxido nítrico).
Y aunque la cantidad de cada uno de ellos que se requiere para un simple procedimiento quirúrgico no es muy elevada en sí misma, cuando se suman todas las anestesias que se realizan en el mundo cada año, las emisiones de CO2 se multiplican. Hasta tal punto que calcula que un kilo de desflurano pude emitir a la atmósfera hasta 1.620 kilos de CO2 en una proyección a cien años, según sus cálculos.
Las emisiones de los otros dos gases resultaron ser algo inferiores (210 para el isoflurano y 510 kilos en el caso del sevoflurano), por lo que los investigadores aconsejan a los especialistas que, a igualdad de resultados y efectos secundarios dentro del quirófano, opten por la anestesia menos contaminante de cara al exterior.
A pesar de estos datos, como recuerda en un editorial en la misma revista K. Shine, la contribución de la anestesia al calentamiento global es muy reducida (alrededor del 0,02% del total); se trata sólo, destaca, "de elegir cuál de los anestésicos es más respetuosa con el medio ambiente".
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2010/12/03/noticias/1291407052.html

Una nueva bacteria de vida extrema, en el casco del 'Titanic'

Antonio Ventosa es el padre y máximo experto mundial en el grupo de bacterias al que pertenece el organismo capaz de vivir del arsénico descubierto la semana pasada. Se trata del género 'Halomonas', un conjunto de especies capaces de vivir en condiciones de alta salinidad.
Ventosa lleva más de 30 años dedicado al estudio y clasificación de estas bacterias y en ese tiempo se ha convertido en la primera referencia mundial para este grupo. Desde que se descubrieron por primera vez en las Antillas Holandesas en 1980, él y su equipo han identificado y descrito la gran mayoría de las 66 especies pertenecientes a este género.
Por ese motivo ha tenido la gran oportunidad de realizar el trabajo que acaba de publicar, junto a su colaboradora Cristina Sánchez-Porro, en el número de diciembre de la revista 'International Journal of Systematic and Evolutionary Microbiology', "el Science de la taxonomía de bacterias", como él mismo la describe a ELMUNDO.es. Se trata del descubrimiento de una especie nueva, llamada 'Halomonas titanicae' y que supone el número 66 del grupo, en el casco del pecio más famoso de la Historia, el del siniestrado y archiconocido 'Titanic'.

Biocorrosión

Desde hace tiempo, un grupo científico de la Universidad de Halifax (Canadá), situada cerca del lugar donde descansan los restos del mayor barco de pasajeros de principios del siglo XX, estudia el efecto que pueden tener las bacterias sobre el acero en el proceso de corrosión. En una de las inmersiones de un submarino ruso hasta el pecio los investigadores canadienses lograron que se tomasen muestras de una de las estructuras esponjosas creadas en el proceso de corrosión sobre el casco del barco hundido en 1912.
Cuando los investigadores canadienses se pusieron manos a la obra a identificar organismos vivos en ese pedazo de metal arruinado por la biocorrosión, se dieron cuenta de que allí había seres vivos que podían estar relacionados con las 'Halomonas'. De forma que enviaron las muestras a Sevilla, al laboratorio que dirige Antonio Ventosa en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Sevilla.
"Efectivamente allí había 'Halomonas', pero cuando nos pusimos a identificarla nos dimos cuenta de que se trataba de una especie nueva que nadie había encontrado hasta ahora", explica Ventosa. «Le pusimos el nombre de 'titanicae' en honor al curioso sitio donde se había encontrado».
Al margen de la anécdota del 'Titanic', las condiciones ambientales en las que fue encontrada la bacteria eran especialmente duras. El pecio del mítico barco fue encontrado en el océano Atlántico a casi 3.800 metros de profundidad, con las condiciones de presión, salinidad y ausencia de luz que esto conlleva.
Estas características convierten a la nueva bacteria en un organismo extremófilo, es decir, que es capaz de vivir en condiciones extremas bajo las cuales la mayoría de los seres vivos no podrían vivir. Este tipo de formas de vida son utilizadas por los científicos como modelo de la vida que podría haber en otros planetas o satélites del sistema solar.
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/12/07/ciencia/1291726738.html